Cualquiera que conozca nuestro colegio sabe que en este centro se cuida a los alumnos, la educación y también la convivencia. Por ello, y por cuarta vez consecutiva, hemos celebrado nuestra semana por la convivencia del 23 al 27 de octubre. Se trata de sensibilizar y promover un clima de sana convivencia en el colegio, sin que nadie se sienta excluido, y donde todos participamos para mejorar las relaciones.
Ciertamente convivir no es una cuestión sencilla, pues cada uno tiene su particular modo de entender la realidad, sus gustos y su carácter; pero cuando logramos mantener una actitud de respeto y nos involucramos en afrontar las posibles diferencias mediante el diálogo, comprobamos que podemos aprender a convivir en el colegio y en cualquier otro entorno. Partimos de la idea de que también se educa para la convivencia, y es justamente lo que pretendemos aquí en la PROVI ir adquiriendo estrategias para afrontar los problemas y encontrar soluciones sin recurrir a los enfrentamientos. Como nos preocupa la paz, trabajamos por construir la paz.
Todos los pronósticos del tiempo para el sábado 21 de octubre daban mucho frío y posible lluvia, pero en el patio de la PROVI hacía un día espléndido. Ese día, y como preámbulo a la IV Semana por la Convivencia, celebramos la tradicional “quedada” para pintar el patio, redecorar espacios, poner a punto el huerto, o lo que sea menester para hacer de nuestro cole un espacio más vivo y acogedor; porque AQUÍ PINTAMOS TODOS, las familias, los profes, el personal no docente y, por supuesto, los alumnos. Y después del trabajo en familia, la celebración en familia, una paellita rica que ayuda a reponer fuerzas y a seguir compartiendo tiempo y espacio.
Y ya el lunes a primera hora nos reunimos todos en el patio para leer el manifiesto por la convivencia “ponte en mi lugar”. Así comenzábamos la Semana por la Convivencia. Al día siguiente por la tarde Wendy, nuestro coordinador de bienestar y protección del menor, impartió una charla a las familias sobre las habilidades de escucha en el entorno familiar, que terminó con un diálogo abierto y una conclusión clara: hablemos más en casa.
El miércoles en la tutoría vertical PROTUVER en la que se mezclan alumnos de distintos cursos, se trató sobre los pasos que hay que ir dando para solucionar posibles conflictos.
Día importante el jueves, ya que se procedió al nombramiento de los alumnos ayudantes y mediadores para todo el curso, es decir, los agentes mayormente responsables de mirar por la convivencia en el centro.
Fin de fiesta el viernes, con la elaboración en cada clase de un variopinto puzzle con todos los compromisos personales, unidos para mejorar la convivencia, pues todos podemos aportar, y no solo esta semana, sino cada día, porque la convivencia es una tarea común irrenunciable para todos los que formamos parte de esta gran familia de la PROVI.
¡¡¡Eduquémonos conviviendo!!!
